Han sido difíciles momentos los que ha atravesado Lena Dunham en los últimos meses después de haberse sometido una histerectomía (operación quirúrgica para extirparse el útero) debido a los intensos dolores que le producía la endometriosis que sufre. Esta enfermedad consiste en que el tipo de tejido que normalmente crece dentro del útero lo hace fuera de este y su diagnóstico es muy difícil. La actriz lleva diez años viviendo con ello, como ha explicado en una disertación publicada en la versión estadounidense de Vogue.
El pasado mes de agosto su dolor se convirtió en insoportable y los médicos no eran capaces de explicarlo. "El ultrasonido no muestra quistes, fluidos ni un embarazo" que pudieran estar causándolo. Después de probar todo tipo de terapias "del suelo pélvico, de masaje, de dolor, de colores, acupuntura o yoga", en noviembre Lena pedía que le extirparan el útero para superar esta dolencia que le impedía seguir adelante. A pesar de ello, la intérprete no quiere rendirse y buscará la manera de cumplir uno de sus sueños: ser madre.
"La adopción es una emocionante verdad que buscaré con todas mis ganas", explica en su conmovedora disertación, pero no puede evitar llorar por la pérdida de esta oportunidad de la naturaleza: "Quería esa barriguita, quería saber lo que se sentía en esos nueve meses de unión. Estaba hecha para el puesto de trabajo pero no pasé la entrevista, y no pasa nada. Puede que no me lo crea ahora pero llegará. Y lo que quedará serán mis cicatrices, que ya están lo suficientemente borradas como para que cueste encontrarlas".
Pero no ha sido lo único por lo que ha tenido que pasar, puesto que en enero se confirmaba que que la actriz y directora de Girls había roto con su pareja, Jack Antonoff, con quien salía desde hace cinco años. En ellos se había inspirado Taylor Swift para su canción You Are In Love, en la que habla de la relación romántica entre ambos con frases como "una noche él se despierta con una mirada extraña, tras una pausa dice 'eres mi mejor amiga' y lo sabes, está enamorado".
Una de las difíciles confesiones de Lena en su texto se refiere a su ahora expareja que "la ha visto pasar por tanto dolor con compasión y cariño", pero que tenía que estar fuera por trabajo durante estos momentos críticos en la vida de la actriz: "Puedo sentir cómo nos distanciamos, ya que la vida está dispuesta a mostrar ahora toda su complejidad. Estoy arisca y distante. No ofrezco nada" explica en este descorazonador relato. "Él me recuerda una y otra vez que sigo siendo una mujer y sigo viva, pero sé que pronto- por muchas razones que no tienen nada que ver con mi útero- nos alejaremos el uno del otro y me enfrentaré en pasos imposiblemente pequeños a todo lo que estoy perdiendo", añade.
En su relato explica cómo fue el proceso desde que tomó la decisión hasta el día de la operación y también su resultado: "Me levanto rodeada de familia y doctores deseando que les dijera que estaba bien", explica de los momentos posteriores a la intervención que reveló que no solo sufría endometriosis, sino que su útero tenía características inusuales que le habían acarreado problemas mayores. Entre ellos un dolor en la cadera y el tobillo con motivo de un pinzamiento en los nervios sacros, donde se había asentado uno de sus ovarios. "Cojeo, pero lo llevo con estilo con mis nuevas botas de Balenciaga que me compré de regalo por el 'parto'", explica en su texto que concluye con un mensaje de esperanza para todas aquellas mujeres que han podido pasar o que pasarán por situaciones similares: "Puede que me sintiera sin alternativas antes, pero ahora sé que tengo opciones".
