El curioso caso del multimillonario ruso que solo existió en Instagram

En realidad se trató de un experimento llevado a cabo por un consultor de marketing y con un pensionista como protagonista

Por hola.com

En una era en la que las redes sociales buscan de forma continua un nuevo personaje popular al que seguir, aquí está Boris Bork, un hombre de 65 años dispuesto –según cuenta en su perfil de Instagram- a “enseñar a vivir”. Coches caros, cenas en restaurantes de lujo, bellas acompañantes, copas de vino italiano, algo de ropa a medida, un viaje en helicóptero y… ¡voilà! Por arte de magia (o de marketing) los seguidores comenzaron a multiplicarse en sus redes sociales. ¿Lo curioso de este caso? Es que él nunca existió.

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Este galán ruso -que reproducía varios de los clichés de la vida de los multimillonarios que se dejan ver en Instagram- era en realidad un sexagenario pensionista al que unos consultores de marketing contrataron por un precio simbólico para crear a al ficticio: Boris Bork. Según cuenta el responsable de la idea, Roman Zaripov –en su Facebook y en el medio ruso Lenta- encontrar a “el abuelo perfecto, con una imagen fresca y deportiva”, les llevó menos de quince minutos en Vkontakte, el Facebook ruso.

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¿El motivo? Demostrar “lo fácil que es engañar a la gente” y sobre todo que crear una estrella en redes sociales no requiere una gran inversión. “Habíamos leído un artículo que mencionaba seis o siete dígitos y aceptamos el desafío”, escribió Zaripov en su confesión final. Unas cuentas fotografías en lugares exclusivos, comentarios ingeniosos y el atrezo -alquilado- adecuado hicieron el resto, todo ello por menos de 800 euros.

“La misión de crear una estrella estaba hecha”, cuenta Zaripov al citado medio ruso en donde también contó alarmado que al supuesto Boris –que según cuenta la prensa rusa de momento no quiere dar entrevistas- le llegaron muchas de propuestas de ideas de negocio, marcas ofreciéndole colaboraciones e incluso numerosas invitaciones a citas románticas por toda Europa.

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A este bon vivant de pelo blanco, al que su creador compara con el fenómeno de este verano Gianluca Vacchi -todo ello salvando las distancias ya que el millonario italiano es "de carne y hueso"-, le bastaron poco más de treinta imágenes para alcanzar los treinta mil seguidores. Un proyecto que se puso en marcha el marzo pasado y que se desveló este mes, cuando Boris subió una foto desde el Café Pushkin –uno de los restaurantes más famosos de Moscú- consumiendo un menú de McDonald. “No hay dinero”, afirmaba en la imagen, pero sí “buen humor”. ¿Una excentricidad más del multimillonario? No, la antesala de lo que estaba por llegar y que ha traído alguna decepción por parte de sus seguidores. En definitiva, este hombre solo existió para Instagram.