Aquí sí hay playa, vaya, vaya, los mejores baños de interior
¿No puedes ir este año a chapotear entre las olas del mar? No te preocupes, el interior español cuenta con lugares perfectos para refrescar tu verano, destinos playeros de agua dulce que te van a encantar y, quién sabe, si pueden hacer que no sientas envidia de los que se marchan a las costas este período estival. De Álava a Badajoz, de Huesca a Sevilla, pasando por Guadalajara, Zaragoza, Segovia, Madrid y Ciudad Real. Vámonos.
EMBALSE DE ORELLANA LA VIEJA (BADAJOZ)
También conocido como Playa Costa Dulce, este rincón de Extremadura es el primero en España que cuenta con bandera azul en el interior, por la excelente calidad de sus aguas y su cómoda accesibilidad. En este mar pacense, con numerosos merenderos a sus orillas, además de darse un buen baño, se pueden practicar deportes como el windsurf, la vela, el piragüismo y la pesca. Y al caer la tarde, dar un paseo en busca de aves, que también es zona ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves).
LAGUNAS DE RUIDERA (CIUDAD REAL)
En la frontera entre Ciudad Real y Albacete, el parque natural de las Lagunas de Ruidera es uno de los humedales más importantes de España. Un marco natural que da cobijo a una rica fauna y flora y en el que también es posible mojarse. Entre las zonas habilitadas, la laguna del Rey, una de las más concurridas y conocidas, y la laguna Salvadora, que además dispone de puesto de socorrista.
PLAYA DE LANDA (ÁLAVA)
La única de las tres provincias vascas que no toca el mar, no podía quedarse sin playa. Situada en el embalse de Ullibarri, la playa de Landa es el arenal más famoso de Álava. Además del baño, en él se practica de windsurf y cuenta con campo de regatas y dos clubs náuticos, además de todo tipo de servicios: duchas, aseos, socorristas, zona de baño infantil e incluso una ruta regular de autobuses.
PLAYA DEL EBRO (ZARAGOZA)
Las playas de Zaragoza y Costa Chica en el río Ebro son fruto de las reformas creadas para la Expo que acogió la capital aragonesa en 2008. En total 15.000 metros cuadrados de extensión, arena fina y blanca, palmeras, tumbonas y agua clara. Su gestión es privada, por lo que se accede a ella comprando entrada (4 y 5 €).
LAGO DE BOLARQUE (GUADALAJARA)
Guadalajara posee su propia playa en este lago en el que además de darse un chapuzón se practican deportes como el water ball y el snorkel. También es posible hacer una ruta en kayak para visitar la cueva de las tortugas, donde se pueden ver de cerca estos animales. Cuenta con club náutico, merenderos, chiringuitos, hamacas y socorristas. El acceso a Bolarque se realiza desde el pueblo de Almonacid de Zorita y tiene un coste de 6 €.
SAN NICOLÁS DEL PUERTO (SEVILLA)
En pleno Parque Natural de la Sierra Norte sevillana, pegado al puente de piedra romano por el que discurre el río Galindón a su paso por este pueblo, se construyó una compuerta que retiene el agua formando una zona de baño pública conocida como la playa de San Nicolás. Una zona muy familiar y agradable para bañarse, dar un paseo por la ribera o tomar una cervecita fresquita en uno de sus chiringuitos. En agosto, cuando tiene lugar la feria de San Nicolás del Puerto, la playa se llena de actividades para niños y deportes como el voleyplaya y el waterpolo.
PANTANO DE SAN JUAN (MADRID)
A 70 kilómetros de la capital y conocido popularmente como la playa de Madrid, los madrileños encuentran un espacio de recreo –entre San Martín de Valdeiglesias, El Tiemblo, Cebreros y Pelayos de la Presa– en el que es el único embalse de la comunidad en el que está permitido el baño y los deportes náuticos de motor. Aquí te puedes dar un chapuzón en sus más de 10 kilómetros de playa, o bien practicar pesca, bicicleta, piragüismo, surf o esquí acuático.
CHORRO DE NAVAFRÍA (SEGOVIA)
En plena Sierra de Guadarrama, a escasos cuatro kilómetros del pueblo de Navafría y enclavado entre pinares, se sitúa un tobogán que amontona las aguas del río Cega en unas pintorescas piscinas, que constituyen la playa más famosa de Segovia. Mesas y barbacoas, restaurantes, aparcamientos e incluso una zona habilitada para practicar la escalada entre árboles, hacen de este espacio un lugar apetecible para aliviar los calores del verano.
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