Cómo prevenir la otitis en los meses de verano

Los baños en el mar o en la piscina hacen que aumenten los casos en vacaciones

Por hola.com

La otitis es uno de los 'efectos secundarios' de los baños en la playa o en las piscinas. Los casos aumentan considerablemente en los meses de verano, convirtiéndose en una de las consultas más habituales en los médicos en estas jornadas. Y es que estos baños pueden ser la causa de la otitis del conducto auditivo externo, una enfermedad infecciosa que se presenta casi siempre en esta época y que, por este motivo, se conoce con el nombre de 'otitis del nadador'. Afecta con más frecuencia a niños y adolescentes y, en su origen, influyen la humedad persistente del conducto auditivo externo, los microtraumatismos locales y, el más importante, la infección del folículo piloso.

La contaminación del agua, una mala función de la depuradora de la piscina o una higiene insuficiente son algunos de los factores que pueden producirla. Cuando se presenta, lo hace de forma súbita, generalmente por la noche. El conducto auditivo externo se inflama, produce un intenso dolor y, en ocasiones, aparece secreción. El paciente se encuentra febril y desasosegado, y pueden incluso aparecer vómitos y sensación de vértigo o mareo. El dolor agudo es el síntoma más precoz en este tipo de otitis y no desaparece hasta que la infección ha sido controlada.

El tratamiento consiste en la administración de antibióticos, tanto por vía local como general, siempre administrados, eso sí, por un médico. También deben utilizarse algunos medicamentos analgésicos y antiinflamatorios.

¿Se puede prevenir?
• Es conveniente evitar la entrada de agua contaminada en los oídos.
• Los tapones para el baño pueden ser útiles, pero rara vez son herméticos y, entonces, el remedio es peor, pues mantienen la humedad y favorecen el crecimiento bacteriano.
• No hay que bañarse en piscinas sin depuradora, en lugares de agua estancada o en playas insalubres en las que no haya control sanitario.
• Para limpiar los oídos, no se deben introducir objetos punzantes o cortantes en el conducto auditivo. Si emplea bastoncillos, no los introduzca muy adentro: es conveniente utilizarlos sólo en la parte más superficial.