El nuevo negocio de los hermanos Casiraghi

La empresa que creó Stefano Casiraghi en 1984 lidera el mercado inmobiliario del lujo en Mónaco

Por hola.com

Discretos con su vida privada, las apariciones de los hermanos Casiraghi son medidas y siempre vinculadas a actos de la vida oficial o social de Mónaco. Mientras que Andrea – el más hermético de los tres- y Carlota rara vez conceden una entrevista, en los últimos tiempos es Pierre el que más deja conocer de su faceta deportiva o de su vida profesional. ¿Cuál es el último triunfo de los hermanos Casiraghi en el mundo de los negocios?

Se llama La Petite Afrique, tiene vistas a los jardines del casino de Montecarlo y es tan exclusivo que se ha mantenido al margen de cualquier acción publicitaria. Se trata de uno de los edificios más vanguardistas del Principado, una construcción sostenible -hay que recordar que Alberto de Mónaco es una voz activa en la lucha contra el cambio climático- y creada por el arquitecto brasileño Isay Weinfeld.

Ocho apartamentos de unos 700 metros cuadrados cada uno, que según un agente inmobiliario contactado por el portal especializado Wealthx, se vendieron pocos meses después de su lanzamiento y con precios en torno a los 100.000 euros por metro cuadrado. El ático dúplex, que consta de dos plantas y una piscina, se cree que ha sido vendido por alrededor de 200 millones de €.

El proyecto se inició en el año 2011, cuando la empresa que heredaron los hermanos Casiraghi se asociaron con la reputada constructora italiana Pizzarotti para adquirir la antigua sede de la Banca Comercial Italiana que se encontraba en estado de abandono y en el centro de una ciudad en la que escasea el lujo de nueva construcción a la vez que  abundan las grandes fortunas con gustos lujosos.

Este sería el último triunfo de la constructora Engeco SAM, la empresa que Stefano Casiraghi fundó en 1984 y que hoy es una de las empresas líder en Mónaco en el sector inmobiliario de lujo. Hay que recordad que al terminar sus estudios en la Universidad Boconi de Milán, Pierre -que habla francés, inglés, italiano y algo de alemán- siguió los pasos de su padre en el terreno profesional y tomo las riendas de esta empresa que firma los trabajos del nuevo lujo del Principado, como son la boutique de Hermés o el Yate Club, diseñado por el famoso arquitecto Norman Foster.