El pasado 2 de mayo a las 08:34 de la mañana vino al mundo la segunda hija del príncipe Guillermo de Inglaterra y la Duquesa de Cambridge, de soltera Kate Middleton. Pronto la recién nacida, Charlotte de Cambridge, se convirtió en la gran protagonista y el Palacio de Kensington se convirtió en un ir y venir de familiares que querían conocer a la nueva Princesa. Sin embargo, no ha sido hasta hoy, cuando la reina Isabel II ha podido ver por primera vez a su quinta bisnieta.
Cuando se produjo el feliz alumbramiento la soberana se encontraba cumpliendo con unos compromisos en North Yorkshire, fue durante ese acto en el Castillo de Richmond cuando recibió los primeros mensajes de felicitación y lo hizo vestida con un colorido traje fucsia, en honor a la Princesa que ya había llegado a Palacio.
En reconocimiento a la soberana y como forma de rendirle homenaje la nueva Princesa –que ocupa el cuarto puesto en la línea de sucesión al trono británico y pesó al nacer 3 kilos y 713 gramos- lleva por segundo nombre Elizabeth, un nombre que además es el segundo de la Duquesa de Cambridge y de la hermana mayor de la princesa Diana.
Los Duques de Cambridge tenían tomada la decisión de llamar a su hija Charlotte Elizabeth Diana, pero no fue hasta ayer cuando comunicaron el segundo secreto mejor guardado -después del sexo del bebé- tras comunicárselo personalmente a la soberana. Aunque no hay ningua norma protocolaria que exija tal cosa, el príncipe Guillermo, muy unido a su abuela, quiso tener esa deferencia con ella.
La llegada de la Reina ha tenido lugar a la vez que el Palacio de Kensington ha publicado la hoja del Registro Civil en la que los Duques de Cambridge han inscrito oficialmente a la pequeña, en presencia de un secretario de la Oficina de Registro de Westminster. En la imagen se puede leer como ha sido el Príncipe Guillermo el encargado de rellenar el formulario, un trámite que firmó con un sencillo “Willy”.
Tras la visita de la Reina se espera que los Duques de Cambridge regresen a su residencia de Amner Hall, donde pasarán un tiempo privado volcados en los pequeños de la casa. La pareja pasará las próximas semanas en su refugio en el campo donde van a adaptarse a la vida como una familia de cuatro personas y ayudar al príncipe George a asentarse en su nuevo papel de hermano mayor.
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Una gran novedad en la vida de George, que fue uno de los primeros en conocer a su hermanita. Horas después de que la nueva princesa de Cambridge viniera al mundo, un feliz príncipe Guillermo abandonó el hospital para ir a buscar a su hijo, que aguardaba el gran momento en el Palacio de Kensington con sus abuelos maternos, Carole y Michael Middleton, y su niñera española.
Padre e hijo regresaron al hospital St Mary en Paddington, en donde protagonizaron unas tiernas escenas cuando Guillermo de Inglaterra intentó que su hijo entrara andando pero él prefirió resguardarse en los brazos de su padre. Unos brazos que ahora está aprendiendo a compartir con Charlotte.
