Los Reyes han presidido este jueves 10 de noviembre en el hotel Ritz la entrega de la XXXIII edición del Premio de Periodismo Francisco Cerecedo al escritor Claudio Magris. El premio, auspiciado por BBVA, está dotado con 24.000 euros y una medalla de bronce moldeada por Julio López Hernández. Un galardón que otorga la Asociación de Periodistas Europeos (APE) con el fin de destacar aquellas trayectorias que merezcan ese honor por "su talento, originalidad, capacidad de transgredir las presiones e influencias de los poderes e impulsar la libertad de expresión".
Doña Letizia, hoy Reina de todos los españoles, ayer periodista vocacional, vistió la noche con la misma transgresión del periodismo al que premia: con un cuerpo de cuero y tachuelas plateadas y bolso de mano a juego. Dura contra los dictados, pero respetuosa con los principios: ambos eran de la firma Uterqüe, mostrándose una vez más fiel a su compromiso con la marca EspaÑa. Completó su atuendo de ayer con un pantalón negro de Hugo Boss y, a sus pies, unos stilettos de charol negro de la española Magrit, su favorita, que ya tiene tienda en Madrid. Toda la contundencia que se ha visto en la reina Letizia se oído en las palabras del Rey durante su discurso en el acto de entrega del galardón al periodista italiano, Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2004, del que ha subrayado su defensa de los valores europeos, su rechazo a los totalitarismos y su contribución para promover una sociedad "unida y desarrollada".
En esta ocasión el jurado ha valorado en Magris las "extraordinarias lecciones de humanidad y concordia que se desprenden tanto de su extensa obra ensayística y de creación literaria como de sus colaboraciones periódicas" en el diario italiano Corriere della Sera. "Representa la Europa que irradia derechos y libertades y vigila que se cumplan esos deberes, porque sabe que si desertara de hacerlo acabaría importando las esclavitudes que siempre ha combatido. Impulsa una Europa solidaria, crítica e inconformista que solo prevalecerá en la suma y no en la división. En sus palabras, Magris, nos acaba de recordar que Europa merece ser amada por su belleza exterior e interior, ejemplo admirado en el mundo a pesar del cuestionamiento al que con frecuencia se ve sometida", ha indicado el monarca.
Para Felipe VI, una Europa que "tampoco es perfecta" requiere "cuidados y atenciones pero, sobre todo, sólidas convicciones" porque, según ha recordado, "hay que luchar" por este proyecto "más si ve afectado por la erosión y el desgaste", ha enfatizado. "La UE, para sostenerse y progresar, necesita que los europeos recordemos su origen, defendamos sus valores, reconozcamos sus éxitos y logros; que seamos conscientes del coste inasumible que supondría su degradación".
El Rey ha subrayado que estamos viviendo tiempos "de dificultades y de necesidad de consolidar un rumbo claro, creíble y sostenible" para la Unión Europea y, en este sentido, ha destacado la labor que periodistas como Claudio Magris o la Asociación de Periodistas Europeos juegan en este sentido. "Los ciudadanos necesitan, hoy más que nunca, entender con claridad lo que sucede y conocer las consecuencias que para su vida, y para el conjunto de la sociedad, tiene este momento crucial que atraviesa la historia de la humanidad", ha advertido el Rey, quien ha recalcado que "en esta tarea trascendental, de gran responsabilidad y que debe merecer también la confianza permanente de los ciudadanos, el buen periodismo es una herramienta imprescindible".
