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La infanta Elena lleva a España en el corazón... y en la ropa y en el móvil y en el coche y en la correa del perro y en el balcón de casa, donde sea para apoyar el deporte patrio. La hija de los Reyes demostró afición a La Roja en la Eurocopa y ahora, ante la próxima celebración de los Juegos Olímpicos de Londres, hace lo propio con la selección de baloncesto: redecora su vida de rojo y gualda y anima al equipo español bien desde la grada con ola incluida, bien desde casa con toda la parafernalia españolista.
Y, como doña Elena, muchos otros famosos, entre los que se encontraban Gonzalo Miró, Christian Gálvez con su mujer, Almudena Cid, y Ana Pastor con su marido, Antonio García Ferreras, y su hija, Carlota, se acercaron ayer al Palacio de los Deportes para asistir al segundo partido de España de preparación para los Juegos Olímpicos. Un encuentro que la selección española ganó sin esfuerzo a Francia, que apenas opuso resistencia, por 81-65. La falta de tensión en el parqué se tradujo en una fiesta en la grada. De la que la Infanta fue su reina.
