El tercer viaje oficial de la reina Sofía a Filipinas ha concluido con éxito tras cinco intensos días repletos de actos en los que la soberana ha comprobado sobre el terreno los diferentes proyectos que se están llevando a cabo en el país en colaboración con España. Reuniones, visitas, inauguraciones… Doña Sofía ha exprimido al máximo su estancia en Filipinas y tras su llegada y primeros encuentros con las autoridades del lugar, el miércoles aterrizó en la ciudad de Legazpi, en la provincia de Albay, donde fue recibida por cientos de escolares que ondeaban las banderas de España y Filipinas. En la Plaza del Capitolio, la reina inauguró una estatua de José María Peñaranda, primer gobernador de la provincia de Albay.
Tras este acto, doña Sofía visitó la escuela refugio del centro de evacuación de emergencia para desastres naturales de la localidad de Camalig, situada a la falda del volcán Mayon y azotada por su situación geográfica a regulares tifones casi todos los años. El recorrido continuó por el Hospital Josefina Belmonte Durán Memorial District, en la ciudad de Ligao, donde la reina visitó el laboratorio de la Zona Materno-Infantil y el Primer Centro de Operaciones de Emergencia. De regreso a Legazpi, doña Sofía visitó la Academia de Cambio Climático creado donde se ha llevado a cabo un proyecto de Gestión Sostenible de Residuos Sólidos gracias al cual, más de 130.000 personas, disfrutan de un medio ambiente más limpio y saludable. Tras un almuerzo con autoridades locales, doña Sofía regresó a Manila para ofrecer una recepción por la tarde en la Residencia del Embajador de España, a cerca de medio millar de representantes de la colonia española, formada por unas 3.000 personas.
Al día siguiente, el jueves, la reina se trasladó a la ciudad de Zamboanga, en la Isla de Mindanao, en el sur de Filipinas y una de las regiones más pobres del archipiélago, donde fue recibida con banderas de España y con música en el dialecto chabacano, una especie de español criollo en Filipinas, donde la población se mostró agradecida al pueblo español por los proyectos de viviendas para unas 300 familias. Posteriormente, la reina conoció la Escuela Claretiana, que ha sido construida con fondos de la AECID, a través de la Federación Española de Religiosos de Educación, donde tras descubrir una placa conmemorativa, un coro de niños interpretaron unas canciones populares. Doña Sofía continuó su recorrido por el centro Akai Kalinga, un centro de acogida para niños de la calle, financiado por la AECID y gestionado por Manos Unidas y Zabida.
A mediodía, tras visitar el Fuerte del Pilar, asistió a un almuerzo ofrecido por el alcalde de Zamboanga, Celso Lobregat, que estuvo acompañado por las autoridades locales. Por la tarde, la Reina conoció el Colegio Don Pablo Lorenzo donde se imparte español a más de 7.000 alumnos.
Las actividades en Zamboanga concluyeron con la vista al hospital regional de la ciudad, cuyo equipamiento, en su gran mayoría, ha sido financiado por el Fondo de Ayuda al Desarrollo español, donde la reina recorrió el pabellón donde se encuentran los niños que padecen cáncer y converso con los familiares de los niños afectados.
La última jornada del viaje de cooperación de la reina, el viernes, 6 de julio, se desarrolló en Manila. Doña Sofía se trasladó a la Universidad de Santo Tomás donde mantuvo un encuentro con los Padres Dominicos españoles y los estudiantes del "Círculo Hispano-Tomasino”. Posteriormente, se trasladó al Museo Nacional de Filipinas para contemplar la Sala Queen Sofía, bautizada en su honor, que exponía una muestra de artefactos y textiles indígenas. Tras un cóctel ofrecido por la senadora filipina, Loren Legarda, en la Sala Fabella del Museo con representantes de contrapartes de proyectos de Cooperación Española y otras personalidades del país, doña Sofía emprendió su regreso a España.
