Los cuentos de hadas han dado una idea un poco distorsionada de lo que significa ser un príncipe. Pero nadie mejor que uno de carne y hueso para explicar lo que este puesto implica en la vida real. Es por eso que durante su gira por el Caribe, el Príncipe Harry decidió acabar con la curiosidad de un grupo de pequeños que le preguntaron de todo. Desde cómo vive siendo príncipe hasta qué es lo que más le gusta del Palacio de Buckingham.

Durante su estancia en Guyana, el Príncipe hizo una parada en el Joshua Children’s Home, en donde se enfrentó a los más tiernos “reporteritos”, un grupo de niños que lo llenaron de preguntas. Experto en este tipo de cuestionamientos, Harry respondió con “buena pregunta” o “casi me atrapas con esa”, a algunas de las insistencias, pero a otras contestó con enorme franqueza.

“Para empezar, definitivamente no dirijo el país”, respondió sinceramente, haciendo eco a las declaraciones que daba a otra grupo de niños hace unos meses cuando dijo que para su tranquilidad lo más seguro es que nunca llegue a ser rey. Una vez dejado claro este punto, continuó con mucha franqueza, “¿Cómo es ser príncipe? Bueno y malo. Por supuesto que hay muchos privilegios que obtienes cuando naces, pero con el privilegio viene una responsabilidad. Tienes que tomar lo bueno y lo malo”.

Ésta no es la primera vez en la que Harry habla de las partes que más le cuestan trabajo de su papel, uno que no eligió pero que aprecia enormemente. “Ser príncipe significa que debes de promover todo lo positivo, tratar de impulsar a la gente a ver las cosas buenas de la vida”, explicó de la manera más sencilla que pudo a su joven audiencia.

En temas menos serios, los curiosos chicos querían saber más sobre el Palacio de Buckingham. “Es uno de nuestros más grandes puntos históricos. Tristemente, no paso mucho tiempo ahí pero la Reina pasa mucho tiempo ahí y la comida es deliciosa, y hay un par de tronos ahí que creo que son de hace muchos, muchos años”, dijo enfocándose en las cosas que más atención podían llamar a un niño pequeño.

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Cuando le preguntaron cuántas personas de servicio tenían en Palacio, dijo que “no tantas como se imaginan”. Y al ver si interés por los castillos, él habló de su favorito preguntándoles si alguna vez habían visto una foto del Palacio de Windsor. “Ese lugar es asombroso, es increíble. Es un castillo muy, muy grande”, y fiel a su espíritu juguetón, no pudo dejar pasar decirles algo de lo que a él más le gusta, los aviones que se ven por la cercanía con el Aeropuerto de Heathrow, “¡Ves aviones pasar todo el tiempo!”.