La trenza, ese peinado tan incombustible como sexy y naif. Perfectas para domar el pelo abundante, la melena hiper densa, y también para dar vida a un cabello más liso y fino con la ayuda de un producto que de cuerpo al pelo. La trenza francesa es la gran favorita del verano precisamente porque nos traslada inmediatamente a los días de sol y calor, a los vestidos ligeros y los looks naturales. Por eso, y porque se puede adaptar a prácticamente cualquier peinado de fiesta. De una corona milkmaid o diadema trenzada tirolesa, a las boxer braids, la trenza en dos mitades o la versión más sencilla con un lacito en el extremo.

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La trenza francesa clásica parte de lo alto de la cabeza, y va cruzando el cabello poco a poco, añadiendo mechones a medida que vamos trabajando el pelo hacia abajo. Esta trenza en dos mitades es una variante moderna de ese look clasico: en lugar de añadir el cabello de forma gradual, lo dividimos en dos mitades horizontales muy separadas con una raya intermedia, y trabajamos la trenza en dos niveles.

Funciona sobre todo con vestidos de noche para bodas de tarde más que de mañana, porque es más sofisticado y tirante que otras variantes de la trenza clásica y puede endurecer las facciones (lo mismo que la luz del sol de mediodía). Prueba con vestidos con algo de textura, por ejemplo terciopelo o encaje, para contrarrestar el efecto pulido del cabello.

Este precioso recogido trenzado es un cruce entre una trenza en cascada y una trenza francesa, porque el cabello se recoge en diagonal desde las sienes y después acaba en un moñito sobre la nuca. Es perfecto para melenas con un montón de volumen: a más cantidad de cabello, más voluminoso será el recogido.

Si lo adaptas a tu look de fiesta, este peinado funciona especialmente bien con los vestidos con un poquito de cuello, por ejemplo un diseño boho en encaje con una puntilla en la base del cuello. También con los vestidos con escote en 'V', cerrado por la espalda pero apuntado en la parte delantera.

La corona trenzada de estilo tirolés. Es casi casi idéntica al antrior recogido trenzado, sólo que en lugar de estar colocado en la nuca se posiciona sobre la frente, y sustituye a las diademas normales y corrientes o a los tocados artesanales de flores que se han puesto de moda en los últimos años.

¿Cómo llevarla? Muy fácil: algo deshecha, con un vestido de espalda descubierta (es decir, al revés que con el look anterior: para eso el peso del peinado recae en la parte delantera y no en la nuca) y dejando mucho espacio para destacar una mirada magnética.

La trenza francesa 100% clásica: la llevó Kate Hudson al festival de cine de Toronto y es el ejemplo perfecto de por qué este peinado sencillo funciona lo mismo con un look casual del día a día que con un vestido de fiesta, escotado o con tirantes. Kate apuesta por una versión más desenfadada de la trenza, baja en la nuca y poco tirante, y recogida con un lacito coletero en el extremo inferior.

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La trenza francesa alta y ligeramente deshecha es el peinado que responde a las necesidades de las novias y las invitadas por igual: es discreto, bonito, muy romántico, fácil de hacer y sienta bien a todos los rostros y tipos de cabello. La trenza universal por así decirlo.

El efecto definitivo se consigue una vez el cabello está trenzado en dos cabos: se texturiza y se 'deshilacha' suavemente con las manos, controlando en todo momento el efecto final.

Lily Donaldson arrasó en Cannes el año pasado con esta trenza baja, protagonista absoluta de su vestido con escote doble: en pico apuntadísimo por delante y con espalda descubierta por detrás.

La raíz de este peinado es la clave, ligeramente deshecha con efecto messy hair, con dos cabos que parten directamente de la zona de la nuca y se mantienen deslabazados hasta casi el extremo, momento en que el recogido se vuelve más tirante para acabar en una diminuta goma glitter.