5 'tips' para gastar menos cuando estás invitada a una boda de invierno

Las bodas en temporada baja suelen suponer un menor coste para los novios, pero ¿y para sus invitados?

Por hola.com

Las parejas que se casan en invierno muchas veces eligen estas fechas porque casarse sale mucho más barato y es más fácil que en temporada alta: es una época bonita y puede dar pie a una celebración única y desde luego memorable, pero el repunte en ceremonias de octubre a abril que vivieron las bodas a partir del inicio de la recesión económica apunta a que el factor económico podría ser uno de los motivos por los que nos casamos más en invierno ahora que antes.

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Para los novios una boda de invierno puede ser una manera de ajustar sus cuentas, pero para los invitados no siempre es así. Por ejemplo: si tenemos un armario de fiesta económico construido a base de básicos, es muy probable que nuestro presupuesto salga por la ventana en invierno porque la mayoría de esas prendas responden a las cinco bodas que tuvimos en julio, y no tanto a la única boda que tendremos en diciembre. Conjugar las distintas prendas de fiesta veraniegas se hace más difícil, y muchas veces hay que invertir en un modelo de ceremonia nuevo, amén de unos zapatos cerrados y a veces, incluso, un abrigo. Si encima la boda es a distancia, el transporte dependerá mucho de las condiciones meteorológicas, las cancelaciones o si coincide con picos como las navidades o la Semana Santa.

La temporada baja de bodas no tiene por qué ser un desastre financiero para los invitados: también cuenta con sus ventajas, aunque hay que saber encontrarlas, y sobre todo, aprovecharse de ellas lo antes posible. ¿Sabes cómo recortar con tus gastos de invitada en invierno?

1. Reserva lo antes posible. Este es un tip frecuente entre novias que también se extiende a las invitadas. Especialmente si la boda coincide con épocas como la Navidad o las vacaciones de Semana Santa, o incluso algún puente. Si tienes que reservar un vuelo u hotel, hazlo en cuanto hayas confirmado asistencia e intenta aprovechar ofertas tempranas de temporada baja tanto en el sector hotelero como en vuelos nacionales e internacionales.

2. Aprovéchate de los períodos de rebajas. En invierno se casan menos parejas, por lo que tener un outfit de ceremonia a mano que poder 'reciclar' de una boda a otra menos probable que en los meses de mayo a septiembre. Además, si en verano podemos vestirnos con un vestido de gasa súper ligera y una diadema sin mucho más que añadir, en invierno hacen falta complementos y zapatos abrigados, un tocado, guantes, medias...

Rebajas a las que estar alerta: los descuentos del Black Friday y el Cyber Monday que se celebran este fin de semana permiten adquirir muchísimas colecciones de nueva temporada a precios rebajados entre el 20 y el 70%. Las rebajas de enero son otra oportunidad ideal para hacerse con vestidos de fiesta post-Navidad, que puedan durarnos hasta que vuelvan los días largos, el sol y el calor.

3. Pide prestados los accesorios. Especialmente si no tienes ninguna boda ni celebración invernal a la vista, ni por tanto motivo alguno para invertir en un complemento que no vayas a llevar más. Habla con una amiga cercana o hermana con quien compartas la misma talla, y es posible que encuentres algún que otro tesoro en su armario: desde un abriguito de piel hasta un tocado de fieltro o incluso unos zapatos de fiesta.

4. Consulta lo antes posible la lista de bodas. Los novios suelen tenerla preparada desde el momento en que envían las invitaciones. Todas las listas de boda incluyen regalos en varios rangos de precio para poder adaptarse a las necesidades económicas de sus invitados. Si consultas la lista de bodas nada más recibir la invitación podrás elegir más fácilmente el tipo de regalo que se ajusta a tu presupuesto. Comprar el regalo temprano, además, ayuda a espaciar los gastos entre la recepción de la invitación y el día B.

5. Considera alquilar el vestido, o viste con ropa de día. Si alquilas el vestido por una fracción de lo que cuesta comprarlo puedes ir vestida de diseño, con un look de invierno de pies a cabeza, y sin tener que preocuparte porque se quede muerto de risa en el armario. Es una solución ideal si no tienes más que una boda en toda la temporada.

Si tienes más de una ceremonia, opta por una combinación de básicos que ya tienes: por ejemplo, una blusa de seda de manga larga combinada con una americana y una falda lápiz. Unas medias de seda con algún detalle de fantasía (como los mictro topos de estilo 50s), unos pantalones palazzo, unos botines de charol o incluso una cazadora de cuero con apliques.