¿Cómo cortar con los gastos de una boda... cuándo eres la invitada?

Ajustar presupuestos no sólo es tarea de los novios: los invitados, especialmente los 'millenials' que acumulan varias bodas por temporada, también tienen que hacer frente a un desembolso económico importante por cada 'sí, quiero'

Por hola.com

Julio y agosto son dos de los meses con más bodas de todo el año. Particularmente entre los millenials, la generación que más posibilidades tiene de pasar por el altar en la próxima década, es normal que en estas semanas se acumulen las ceremonias: si este es tu caso, la máxima 'reciclarse o morir' puede convertirse en la manera de sobrevivir a una sucesión de eventos en los que hay que vestirse de punta en blanco, hacer un regalo a los novios e incluso meterse en el coche o en un avión y desplazarse hasta donde tenga lugar la boda.

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Recortar con los gastos cuando estamos invitados a una boda no es fácil, pero tampoco imposible: cuanto más organizados estemos, más posibilidades de ir descontando euros del gasto final, y llegar a fin de mes sin necesidad de tener que pasar por una 'cuesta de agosto' post-nupcial. Algunas ideas para conseguir ser el invitado perfecto, y apto para todos llos bolsillos:

1. Busca ofertas en transporte y alojamientos cuanto antes. Hay un motivo por el que los novios envían las invitaciones con tres meses de antelación y no tiene que ver sólo con organizar el sitting correcto de las mesas. No todas las bodas son locales, y muchos invitados vienen de fuera o tienen que organizar su desplazamiento. Si este es tu caso, lo mejor es, primero, contar con amigos que estén en la misma situación y buscar packs de viaje que se adpaten a grupos más grandes; y lo segundo, contrastar ofertas incluso si los novios han llegado a un acuerdo con hoteles en la zona.

Los buscadores como skyscanner o destinia ayudan a reastrear este tipo de ofertas y comparar fechas y destinos que pueden ayudar a decidirnos si es mejor coger esta oferta de AVE frente a aquél puente aéreo, si una habitacón de hotel para cuatro es mejor que dos para dos parejas, o si directamente es mejor alquilar un apartamento an AirBnb para diez personas. ¿Tienes amigos que viven en la zona? ¿Puedes compartir los costes si te desplazas en taxi? Vas a compartir coche, ¿quién es el conductor desginado?

2. Evalúa la cercanía con los novios a la hora de hacer el regalo. Muchas parejas incluyen en su lista de bodas regalos con distintos precios para adaptarse a las posibilidades económicas de sus invitados. La cercanía con la pareja es lo que suele determinar la cantidad que se regala, aunque a veces influyen también las tradiciones o incluso la región de donde vengan los novios: si tus opciones se reducen a unos pocos regalos, más económicos, intenta consultar la lista de bodas lo antes posible para poder acceder a más opciones. Lo creas o no, los regalos más económicos, y posiblemente también los más caros, serán de los primeros en desaparecer, dejando disponibles sólo los tramos intermedios.

Otra manera eficaz de cortar por lo sano con este gasto es hacer un regalo en grupo, o, si tienes mucha confianza, plantear a la pareja intercambiar alguna de tus habilidades por un regalo tradicional. Por ejemplo, las fotos de la boda si eres buena con la fotografía o una fotógrafa profesional. Ayudar con los arreglos de las flores si una vez hiciste un curso de Ikebana. Incluso hacer los arreglos del vestido de novia si se te da bien la aguja. No es una opción usual, y seguro que los novios agradecen este recorte en el presupuesto igual o más que un regalo.

3. La despedida de soltera. Las amigas más cercanas a la novia suelen ser quienes disfrutan de este día aunque no siempre se da el caso de poder seguir al pie de la letra lo que dicta la mayoría: si la despedida es una escapada a un spa, o un viaje de fin de semana a una capital europea, lo mejor es evaluar los gastos y ser sinceras con la novia si no podemos permitirnos ir. A cambio, invítala a cenar un día o prepara un plan juntas, por ejemplo una sesión beauty que se adapte mejor a tu bolsillo.

4. El vestido. Otro gasto que parece inevitable es el outfit de fiesta, especialmente si tienes muchos amigos en el mismo círculo que se casan en fechas parecidas; en estas situaciones parece imposible acudir con el mismo vestido a varias bodas sin que se note. La mejor solución para repetir look es optar por dos piezas combinables entre sí, como top + falda o pantalones con chaqueta y camisa, en colores neutros o mezclando neutros con estampados (ten en cuenta que los estampados sólo podrás llevarlos una vez mientras que los lisos siempre admiten más combinaciones), y sobre todo apostando fuerte por los complementos, como un tocado, una americana, un collar poderoso o unos salones de fiesta.

5. El peinado y maquillaje. Aunque pasar por la peluquería sea un pequeño capricho que normalmente acompaña el irse de boda, a veces este es uno de los primeros gastos que hace falta recortar si tienes varias bodas en una misma temporada. Lo mejor en estos casos es establecer prioridades (¿soy testigo en alguna de estas bodas? ¿o dama de honor? ¿voy a aparecer en más fotos que el resto de invitadas?), y elegir en qué ceremonias prefieres invertir más dinero en tu look. Siempre puedes contar con la ayuda de una amiga para tener a punto el maquillaje y peinado: al fin y al cabo, las novias lo hacen.

6. Recuerda que puedes decir que no. Si sumar una nueva boda a la lista de eventos que tienes previstos este verano te genera ansiedad por el desembolso económico que supone, recuerda que siempre puedes decir que no. No es necesario dar grandes explicaciones y siempre puedes optar por hacer un regalo de la lista de bodas aunque no atiendas a la ceremonia, o entregar a los novios un pequeño detalle para que sepan que te alegras igualmente por su compromiso.