¿Cuánto tengo que gastarme en un regalo de boda?

Las nuevas bodas han hecho que nos replanteemos la fórmula de 'cubrir el precio del cubierto' que se puso de moda en los años 90

Por Ana Riaza

De entre las diferentes cosas que pueden hacernos 'quedar mal' en una boda, una de las que más suelen preocupar a los invitados es quedarse cortos con la cuantía del regalo de los novios, tanto si es un regalo elegido de una lista de bodas como una transferencia bancaria. Una fórmula que suele usarse a menudo, por el grueso de invitados que no tienen un lazo muy muy estrecho con la pareja, es la de cubrir el valor del cubierto para así ayudar a reducir los gastos totales de la boda y más específicamente del convite, que suele llevarse el mayor pellizco del presupuesto.

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Ahora bien, ¿cómo calculamos el valor del cubierto? España es uno de los países más generosos a la hora de regalar a una pareja que se casa (según un estudio de American Express, en Estados Unidos la media suele situarse en torno a los 80 €, la misma cifra que otros países europeos como Holanda según un informe de Zankyou de 2012), aunque, a menos que poseas unas extraordinarias dotes detectivescas, este cálculo suele ser más una aproximación que una cifra exacta; el precio del menú varía ostensiblemente de una ceremonia a otra incluso dentro de un mismo espacio de celebración, y la manera de calcularlo sin hacer preguntas indiscretas suele empezar por conocer por dónde irán los derroteros de la celebración con la invitación, que suele marcar el estilo, etiqueta e incluso dresscode de la boda.

A pesar de todo, el coste total del banquete es variable: en él influyen el número de invitados pero también si el precio del alcohol y la barra libre están incluidos, así como el cóctel y la recena, el aparcacoches, la decoración y la calidad de la comida. En España, la remontada económica de las bodas ha vuelto a crecer exponencialmente en los últimos tres años: según el informe Millenial Brides elaborado por el IESE Business School para la Barcelona Bridal Fashion Week, en 2014 las parejas españolas volvieron a gastarse lo mismo que en 2010 en sus bodas, sobrepasando los 16.500 € de gasto total, un 31% más que el año anterior, aunque aún lejos de los más de 20.000 que nos gastábamos a principios de los años 00. De esa cantidad media, aproximadamente la mitad sería el costo total del banquete: el precio individual del cubierto suele encontrarse por tanto entre los 100 y los 150 €.

Está cantidad debe analizarse con ciertas reservas, ya que no todos los invitados se gastan lo mismo, ni tampoco se espera de ellos que lo hagan. Tirando por lo alto, quienes suelen sobrepasar esa cifra son los familiares cercanos, especialmente los padres (a menudo los más generosos con sus regalos), y también los tíos y hermanos, o los amigos muy íntimos de la pareja. En estos casos, el valor del regalo puede superar los 200 € o, dependiendo de la región, los 300. A la baja estarían, por ejemplo, las familiares con niños (cuatro invitados, a 150 € el cubierto, eleva el total del regalo a la nada despreciable cantidad de 600 € por todo el núcleo familiar), los invitados más jóvenes y los invitados que vienen de una ciudad diferente, añadiendo el coste del viaje y el alojamiento al del traje de fiesta y el regalo de los novios; en todos estos casos, el valor del regalo de cada invitado puede ser un poco menor, aunque es recomendable no bajar del precio mínimo del cubierto. Es decir, 100 €.

¿Y qué pasa con las bodas alternativas? Éste es uno de los principales problemas de seguir la tradición de hacer un regalo equivalente al precio del cubierto: hoy en día existen muchas maneras de casarse, y esto es aplicable a todos los aspectos de la boda, incluido la forma en la que se celebra. Desde bodas íntimas con pocos invitados, a bodas exprés, bodas que prácticamente se celebran en el salón de casa (nuestra o de otra persona), o destination weddings que nos llevan al otro extremo del mundo: en muchos de estos casos, la regla del 'precio del cubierto' no es aplicable y lo que entra en juego es la relación con los novios y la situación personal. Por lo general, a mayor cercanía, más desembolso: piensa en los cuatro tipos básicos de invitados de boda (1. compañeros de trabajo; 2. amigos; 3. amigos íntimos; y 4. familia), y ajusta tu presupuesto dependiendo de en qué lugar de la escala te encuentres.