Hay pocos emplazamientos en la Ciudad Condal capaces de albergar un desfile que resulten más espectaculares que el Museo Nacional de Arte de Cataluña: un palacio inaugurado en 1929 y situado en la montaña de Montjuïc, que, con su colección de arte románico como obervadora silenciosa, acoge cada año la presentación de la firma Pronovias.
El show es uno de los más esperados del circuito nupcial, y también uno de los más exclusivos: resulta imposible asistir de otra forma que no sea luciendo un vestido cóctel y bajo estricta invitación personal. Desde el casting de modelos, encabezado por la top Karolina Kurkova, hasta la cobertura en medios sociales, la emisión del desfile en directo o la cantidad de celebrities y socialités invitadas -la larguísima lista de rostros famosos del front-row incluía a la modelo Bar Refaeli, Tamara Falcó, Genoveva Casanova o Alejandra de Rojas-, el broche de oro de la Barcelona Bridal Week se convierte en mucho más que un simple desfile de vestidos de novia.
En total, tres líneas que avanzan la colección 2013 de Pronovias, y que incluyen los diseños de Manuel Mota así como los vestidos que Elie Saab realiza en exclusiva para la casa de novias desde hace ya varias temporadas.
El pase, que se abría con un sorprendente modelo en forma de pantalones shorts para novia, dejando al descubierto las espectaculares piernas de Karolina Kurkova, repasó los modelos más deslumbrantes de la colección, haciendo especial hincapié en dos tendencias: por un lado, Le Jardin des Reves recupera los motivos florales -la misma escenografía del MNAC recordaba a un inmenso y mágico invernadero-, incorporando glamourosos detalles, faldas-pétalo y trajes que se asemejan a enormes orquídeas, perfectos para las novias más románticas.
Por otro, las capas, una de las tendencias nupciales más sorprendentes de la próxima temporada, que ya se habían dejado ver tímidamente en algunos de los desfiles de Cibeles Madrid Novias, y que en la colección de Pronovias se sitúan entre las principales prendas clave para las bodas de 2013.
Anudadas al cuello, en forma de capelinas de encaje, hasta media espalda, asimétricas en tul, organza o gasa, y, sobre todo, largas hasta los pies, las capas de Pronovias transforman el velo de la novia en una prenda del pasado.
Detalles de pedrería y lentejuelas color plata
Y, del mismo modo que la capa 'secuestraba' el protagonismo del velo, estas ninfas modernas no dejaban de lado otras versiones también nuevas del traje de novia: pantalones, leggings, vestidos cortos que incorporan una cola de varios metros... El modelo más aplaudido: el espectacular vestido final con forma de flor, que recibía una verdadera ovación por parte de los casi 2.000 asistentes al desfile.
La capelina es la alternativa para las novias más tímidas
Más tradicionales, sin embargo, resultaron las propuestas de Elie Saab: el diseñador libanés, acostumbrado a incluir un vestido de novia en sus desfiles de Alta Costura, traslada algunos de los detalles más habituales de sus creaciones haute couture al pret-a-porter de Pronovias, con modelos idóneos para la novia clásica, entre los que no faltan las colas de gran presencia y los espectaculares velos con puntilla de encaje.
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