Estos son los beneficios de usar zapatillas 'barefoot' como las de la reina Letizia

Se conoce también como calzado minimalista y, además de ayudar a la Reina a recuperarse de sus lesiones, ofrecen un sistema más saludable y respetuoso para el pie

Por Nuria Safont

En sus últimas apariciones, hemos visto a la reina Letizia utilizando unas zapatillas en vez del típico calzado, generalmente, con tacón al que nos tiene acostumbradas. En esta ocasión se trata de un tipo que cada vez gana más adeptos, que los podólogos recomiendan porque respetan la ergonomía del pie y que promete convertirse en el calzado del futuro. Hablamos del sistema barefoot. La Reina, que además del neuroma de morton que padece, se fracturó una falange la pasada semana, ha visto en ellos una opción perfecta para recuperarse de su lesión, demostrando así su compromiso con la salud y la comodidad sin renunciar al estilo. Jorge Escoto, podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV (Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad de Valencia), nos explica todo lo que debemos saber sobre este tipo de calzado, cuáles son sus beneficios y si está contraindicado en algún caso.

- Leer: Las zapatillas minimalistas que triunfan en Amazon

 

¿Qué es el calzado 'barefoot'?

"El calzado con el que hemos visto estos últimos días a la reina Letizia es un calzado respetuoso con el pie, así como lo son sus características de fabricación, puesto que está confeccionado con piel, que es un material muy adaptable al contorno del pie, a su forma, sus características. En definitiva, a cómo se adapta el zapato al pie", explica Jorge Escoto. Esta adaptabilidad es crucial no solo para la comodidad diaria, sino especialmente en casos donde el pie requiere cuidados adicionales, como en la situación de la Reina, que se está recuperando de su lesión una de sus falanges y, que además, sufre un neuroma de norton, un problema causado, en buena medida, por el uso continuo de tacones. 

Según el especialista en podología, "el calzado barefoot o respetuoso con el pie debe de tener una suela delgada y flexible, un ancho concreto, emulando la sensación de ir descalzo". Esta característica fundamental busca replicar la sensación natural de caminar descalzo, lo que a su vez permite un desarrollo muscular y esquelético más saludable del pie.

- Leer: Adiós zapatos de tacón, ahora se llevan los planos

Situaciones ideales para utilizar un calzado barefoot

Las zapatillas que utilizaba Letizia están especialmente diseñadas para ofrecer comodidad sin comprometer el soporte. "Están confeccionadas con piel, con una plantilla interior y suela de goma antideslizante, lo cual favorece que tanto los impactos a cada paso como las irregularidades del terreno se minimicen", señala Escoto. Además, el ancho de estas zapatillas ayuda a minimizar la compresión al pie, crucial para quienes, como la Reina, se recuperan de lesiones.

Por otro lado, nos cuenta el experto del ICOPCV,  "la sensación de propiocepción del terreno es uno de los principales beneficios, junto con no tener la sensación de 'algo que moleste', como puede ocurrir con algunos tipos de calzados", afirma Escoto. Andar casi descalzo no solo aumenta la consciencia de nuestro entorno inmediato, sino que también estimula la musculatura del pie, promoviendo su salud y evitando atrofias.

- Leer: Las ventajas de caminar descalza por tu casa

Contraindicaciones 

A pesar de sus múltiples beneficios, el calzado barefoot no es adecuado para todos los contextos. "Hay ciertas patologías y prácticas deportivas en las que se aconseja que el pie esté más protegido de las irregularidades y características de algunos terrenos", comenta Escoto.

Por ejemplo, hay que ser conscientes de que no todo el mundo puede utilizar la técnica del barefoot running, ya que éste requiere unas condiciones físicas determinadas (solo está indicado en corredores que no presenten defectos importantes en su pisada y cuya elasticidad ligamentosa y muscular tolere el estiramiento progresivo, que es imprescindible, para adaptarse a la nueva situación) y, además, si se tienen estas condiciones hay que dar un plazo de un año para la adaptación y así evitar lesiones derivadas por problemas en los pies.

Por otro lado, "en ciertos entornos laborales, donde los pies pueden estar expuestos a riesgos adicionales, este tipo de calzado podría no ofrecer la protección adecuada", recuerda el podólogo.

Por todo ello, Escoto subraya la importancia de conocer las limitaciones y necesidades de nuestros pies. "Es fundamental entender que el entrenamiento de los pies es crucial antes de adoptar este tipo de calzado para terrenos específicos", explica. El calzado barefoot no es recomendable en terrenos excesivamente rocosos o donde haya riesgo de lesiones por objetos cortantes.

- Leer: Correr por la arena de la playa ¿es bueno o malo?

¿Es apto para todos?

Este tipo de calzado es muy versátil y puede ser utilizado también por niños y por ancianos, siempre y cuando no existan contraindicaciones biomecánicas específicas. "En ancianos, recomendamos que la suela tenga cierto balancín en la puntera, para adaptarse a su marcha particular", concluye Escoto, quien señala la conveniencia de acudir a un experto en podología si se tienen dudas. 

- Leer: ¿Por qué los bebés deben aprender a caminar descalzos?