Mallas, música a todo volumen y una hilera de bicicletas. A primera vista el indoor cycling o spinning puede no parecer el lugar idóneo para sacar músculo y ponerse en forma. Sin embargo, esta forma de aerobic sobre ruedas es en realidad una de las variantes del fitness más completas que existen: hasta 700 calorías se pueden llegar a quemar en una sola hora, multiplicando las ventajas de la bicicleta corriente a nivel deportivo.
La clave: el entrenador, encargado de marcar el ritmo en cada clase, y establecer la pauta de los diferentes ejercicios, que pueden incluir hasta cinco tipos de movimientos básicos diferentes con los que fortalecer los distintos grupos de músculos en piernas y brazos.
Además de, literalmente, ‘derretir’ la grasa y el colesterol, el spinning, nombre comercial –aunque erróneo-, que recibe esta forma de ejercicio, es perfecto para fortalecer el sistema respiratorio y cardiovascular, mejorar la coordinación y reducir el estrés, al tiempo que se consigue ejercitar todo el cuerpo de forma integral. Al ser un ejercicio de bajo impacto, posee un riesgo muy bajo de lesiones, la gran mayoría relacionadas con dolores posturales o de rodillas en el caso de que las repeticiones no se practiquen correctamente.
La gran ventaja: tú mismo mides y marcas la intensidad en cada momento, sin dejar de participar en el colectivo de la clase. De esta forma, se convierte en el ejercicio ideal para ponerse en forma en pareja: no necesitarás adecuarte a la cadencia mística del yoga o desarrollar nuevas habilidades de coordinación para seguir las instrucciones de los instructores de zumba o fitness. Basta con que te dejes llevar por la música.
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