Trucos caseros para afrontar guapa la 'cuesta de septiembre'

Te damos una serie de consejos útiles y económicos para mimar tu belleza en este nuevo curso

Por hola.com

Siempre tememos la cuesta de enero, tras las fiestas de Navidad, pero la de septiembre no se queda atrás. En verano solemos gastar más dinero del que pensamos y, además, en el caso de las familias con hijos, llegan días complicados con la vuelta al cole. Si a eso le sumas la matrícula del gimnasio al que por fin has decidido apuntarte o de ese curso de inglés que estás pensado hacer... tu bolsillo se resiente. Por eso, vamos a darte una serie de trucos caseros, low cost, para que tu belleza no sea la que se resienta.

¿Pelo seco tras los días de sol y playa? Las altas temperaturas, la sal marina y el cloro son una combinación fatal para el pelo durante la época veraniega. Por eso prueba estos días a usar una crema natural que lo hidratará manteniéndolo sedoso: junta en un recipiente medio aguacate bien maduro muy machacado, tres cucharadas de aceite de oliva y una yema de huevo. Revuelve hasta que quede cremoso y espárcelo por el pelo, de medios a puntas, tal y como nos explican desde eLowcost. Creas una especie de pasta que debes dejar actuar sobre el cabello durante al menos una hora. Además, como seguro que ya sabes, si cubres el pelo con un gorro de ducha, concentrarás el calor y potenciarás su efecto.

¿Te has quemado la piel? Un truco si has vuelto de vacaciones con alguna marca no deseada del sol en tu piel: cuando el astro rey te juega malas pasadas en forma de quemaduras leves, un buen remedio casero para aliviar el eritema solar es aplicar yogur natural fresco a modo de mascarilla de urgencia.

Mascarilla para tu piel. La mascarilla es, de todas formas, la mejor alternativa para recuperar la piel dañada tras el verano. Y tienes alternativas 'caseras'. Para las pieles secas Meritxell Martí aconseja preparar una mascarilla en casa con: dos cucharadas de yogur, una clara de huevo, dos cucharadas de miel, una cucharada de aceite de almendras dulces y opcionalmente una cucharada de avena fina (preferiblemente cocida).

Exfoliación sí o sí. A la vuelta del verano no puedes renunciar a la exfoliación y también puedes recurrir a un scrub casero, como el que nos recomienda nuestra colaboradora, con aceite de almendras dulces, al que se le añade un poco de avena (con un grano más o menos grueso según la piel sea más o menos sensible) y además se le puede añadir corteza de naranja seca y triturada (al igual que la avena más o menos fina dependiendo del tipo de piel). Se aplica junto con el aceite y masajea en movimientos circulares. Las pieles grasas pueden añadir unas gotas de aceite esencial de lavanda o menta (como el que se usa en los humidificadores), mientras que para las pieles secas es mejor el de rosas. Algunos expertos aconsejan en lugar de avena o las cortezas de naranja, usar azúcar, pero la avena deja la piel calmada y es más suave.

¿Primeras bolsas de la temporada en tus ojos?
Vuelta de vacaciones, vuelta a poner el despertador y a dormir menos horas de las que quieres. ¿Eso se manifiesta en forma de bolsas en tus ojos? Aunque el uso de cremas para el contorno de ojos es la herramienta más eficaz para prevenir las bolsas y las arruguitas que se producen en esta zona, lo cierto es que existen algunos trucos caseros que pueden ayudarte en un momento dado a mitigar sus efectos -eso sí, siempre que tu piel no sea demasiado sensible-. Te contamos dos de ellos.

-Se pueden descongestionar los párpados hinchados cubriéndolos durante diez minutos con unos algodones empapados en leche desnatada fría. Y sí, el que sea descremada no es un capricho: la leche entera puede dejar residuos grasos.

-Cubrir los ojos con rodajas de pepino es un truco tradicional ¡y efectivo! para aliviar la hinchazón. Para que sea realmente efectivo, nada como el viejo truco de cortar dos rodajas de pepino fresco, recién sacado del frigorífico (que no del congelador, ojo), y descansar quince minutos tumbada y relajada con ellas sobre los párpados. Más barato y fácil, imposible. Eso sí, no olvides que deben estar frías y aprovecha para poner las piernas en alto mientras se dejan reposar sobre los párpados.